¿Por qué conocer Real de Catorce?
La primera experiencia que tendrás en Real de Caroce, es al ingresar al pueblo, ya que tienes que atravesar el Túnel de Ogarrio, un ducto que comunica hacia Real de Catorce. Su clima, humedad y conformación rocosa te dará una idea del arduo trabajo de los mineros de la época del siglo XIX.
Calles de piedra, casas de adobe y construcciones virreinales encierran la historia de la bonanza platera que vivió Real de Catorce hace más de 100 años, las cuales crean un escenario que alimenta todo tipo de leyendas e historias; éstas son producto en gran parte a su cercanía con Wirikuta, el sitio sagrado de los huicholes, que aún se ubican en el pueblo con sus costumbres.
La Plaza Hidalgo es uno de los lugares que debes apreciar. En su centro hay un kiosco de hierro labrado que sustituyó a una fuente en 1928. Disfruta del mercado de La Vendimia, que te hace sentirte como en un mercado de la India.
Para disfrutar un poco más la experiencia puedes un día viajar en Willys, estos pequeños vehiculos 4x4, hechos para transportarse por los desiertos de Real de Catorce, famosa por el peyote, además de la gran vista del Cerro el Quemado. Conoce el Socavón de Purísima, una antigua hacienda llena de ruinas, donde se fundían los metales de la mina y vivían los mineros. Finalizas en la estación Catorce, aún activa.
Para subir al Cerro del Quemado, que es una de las partes más altas del Real de Catorce, se puede acceder caminando, pero es una camino lleno de piedras, a lo que recomiendo, subir a caballo, para que disfrutes la experiencia con estos mamíferos que saben la ruta correcta para conocer el famoso cerro de San Luis Potosí.